Hace más de un mes las noches de muchos cubanos están cobijadas por la consulta popular del Código de las Familias. Ese hogar grande que es el barrio debate los puntos más favorables y controvertidos de la norma jurídica, que toca aspectos sensibles de nuestra vida privada y busca proteger todas las expresiones de diversidad familiar a partir de principios de igualdad, no discriminación y dignidad humana.
Desde sus primeros artículos se evidencia que no viene a imponer modelos ni limita los derechos de algunos para otorgarlos a otros. Este texto emancipador y socialista reconoce, protege y garantiza derechos individuales y colectivos, y a su vez fortalece la responsabilidad de los lazos de parentesco y pareja desde el punto de vista emocional, educativo y formativo.
Datos divulgados en una reunión para evaluar la marcha del proceso de consulta hasta el 20 de febrero último, revelaban que el mayor número de propuestas procesadas corresponden a temas relacionados con el matrimonio, la adopción, el orden de los apellidos, la responsabilidad parental, la gestación solidaria y la discriminación en el ámbito hogareño. Leer más…