Nació libre gracias a que sus padres esclavos, Fermín y Serafina, de la dotación de una hacienda, compraron su libertad desde antes de que naciera, el 12 de julio de 1854, en el ingenio Vellocino, en la provincia de Matanzas. Después de que sus padres lograron emanciparse y recibir la carta de libertad, vivieron juntos en La Habana y lograron que el hijo además tuviera la mejor educación posible dada su condición y lo matricularon en el colegio para negros Nuestra Señora de los Desamparados.
Leer más Juan Gualberto Gómez, defensor del legado martiano en Periódico Universitario.